jueves, 11 de diciembre de 2014

ADVIENTO 2014: CONCIENCIA DE ADVIENTO, ANHELO DEL CORAZON

Cada vez que llega el tiempo de Adviento, surge en la conciencia la necesidad de vivir mejor el tiempo que acerca a la Navidad. Nos damos cuenta de que no todo está bien en la vida, y queremos poner un remedio a esto. En ocasiones, no pasa de ser un buen deseo, pero, otras veces, nos ponemos al trabajo, para, de modo efectivo, llevar a cabo algún cambio en la vida. Disponer asi el interior, abre a la posibilidad de desempolvar nuestro corazón, para darnos la posibilidad de mejorar algo del modo en que vivimos nuestra relación con el misterio de Cristo, que se celebra en este tiempo. Pero, para poder llegar a fondo de algo, tenemos que tener necesidad de llegar a ese fondo. Y puede pasar que el entorno, o nuestros modos interiores de ser, nos hagan pensar que no tenemos ese tipo de necesidades. 

Por eso, prepararnos para la Navidad, es prepararnos para tener necesidad de que Jesús nazca en nuestras vidas, y que nazca como nuestro Redentor. Eso es lo único que nos puede llenar de alegría verdadera en estas fechas. Todo lo demás, acaba siendo algo que se evapora, como un poco de agua en el sol del mediodía, dejando todo más reseco. Si alguien nos puede guiar en este camino, es la misma Madre de Jesús, Nuestra Señora, la primera que hizo la experiencia de la venida del Hijo de Dios a nuestro mundo. Intentemos prepararnos a la Navidad dando tres pasos: volviendo a experimentar la necesidad de un Redentor, anhelando la verdadera alegría y dejando a María que nos lleve a un más gozoso y pleno encuentro con Jesús en esta Navidad.

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