jueves, 27 de diciembre de 2012

Navidad... UNA FAMILIA ANTE NUESTROS OJOS



Tras los intensos días del tiempo de Adviento y Navidad, podemos quedarnos como sin saber qué hacer, pues todas estas semanas se ha vivido un tiempo que marca fuertemente los estilos de la vida de las familias. Aunque cada familia tiene una forma de celebrar estas fiestas, también es cierto que nuestra sociedad indica lo que hay que hacer en estos días hasta el punto de que no sea raro que las familias se vean como obligadas a asumir unos estilos de vida que originalmente quizá no hubieran querido tenerse. El materialismo, el consumismo, el stress, la exageración, parecen que se nos han impuesto en todo. Sin embargo, la especie de vacío que se produce a partir del día 26 de diciembre es solo un síntoma de cómo, a lo largo del año, la obligatoriedad de ciertos estilos sociales es un problema que se hace presente en lo cotidiano. Porque cuántas decisiones toma una familia en contra de sus valores y convicciones. Qué gran presión tienen los jóvenes, los esposos, los padres, a la hora de afrontar el modo cotidiano de comportarse. Por eso, tras vivir la Navidad, puede ser un buen momento para que la familia se atreva a preguntarse si el estilo de vida que tiene es el que quiere o el que se le impone. Hoy son muchos los estilos de vida que intentan sobreponerse a los valores familiares y a veces podemos perdernos a la hora de decidir las opciones que tomamos en la familia. Los días posteriores a la Navidad nos ponen delante de los ojos un marco de referencia, el marco de referencia de la familia de Nazaret, que vamos contemplando en sus decisiones y líneas de comportamiento. Casi podríamos decir que desde el 25 de diciembre hasta el 6 de enero, son casi tres semanas en las que tenemos ante nosotros el modelo de la familia que Dios quiso elegir para vivir entre nosotros. Una familia que vivió en un ambiente en el que tuvo que descubrir cómo debía ser para ser fiel a sí misma y, de este modo, ser fiel al querer de Dios. Contemplar el estilo de la Sagrada Familia no es solamente una romántica perspectiva para este tiempo de fin de año, sino que se debería convertir un prototipo del modo en que podemos desarrollar la vida familiar cotidiana.

1 comentario:

  1. ¿Qué hacer después del día 26? Se me ocurre dejar a la vista una pequeña Sagrada Familia para contemplarla durante el 2013, no guardarla con todo lo de "la Navidad" Dejarla a la vista, sobre nuestro escritorio de trabajo y así "convivir" con ella. ML Represas

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